martes, 7 de diciembre de 2010

Jon Uriarte



Fotógrafo de formación claśica pero de mirada actual, sus imágenes nos sirven para pensar sobre nosotros mismos. La conversación de Jon Uriarte es clara y sincera.

¿Quiénes somos? ¿Quiénes queremos ser? He sacado estas dos preguntas de tu web, me parece que reflejan muy bien tu trabajo. ¿Alguna pista sobre las respuestas?

Ninguna por ahora y es por eso que hago fotografías, como medio que me permite intentar responder a esas preguntas tantas veces planteadas y sin respuesta, al menos para mí. Y en realidad debo decir que me alegra no tenerlas, ya que si supiese quien soy, o ya fuese aquel que quiero ser, hubiese dejado de sacar fotos, por lo que llevaría una vida mucho más triste y aburrida.

También debo decir que en mis fotos siempre han habido preguntas que giran sobre el estatus de la fotografía en sí misma, relacionadas con los grandes cambios que está viviendo, para las que obviamente tampoco tengo respuesta, pero sí muchísima curiosidad por intentar comprender.

¿Prefieres la puesta en escena antes que el reportaje?

Creo que tanto la puesta en escena como el reportaje son válidos y necesarios para la fotografía. En mi caso particular siempre utilizo la puesta en escena, porque soy pésimo fotoreportero y porque para los temas que yo trato la puesta en escena me ofrece muchas más posibilidades y me divierte muchísimo mas.

¿Hasta dónde Photoshop?

Cada uno es libre de hacer lo que quiera, en mi caso es importante, pero no tanto como técnica, sino como tema. Pero si me lo preguntas como técnica, te diría que hasta exactamente el mismo sitio que el laboratorio analógico.



Has trabajado para distintos medios, muchos de ellos de clara tendencia vanguardista. ¿Los medios nos dicen qué tiene que ser moderno?

Como todos, he trabajado para los medios que me han dado la oportunidad de hacerlo, que me gustan, o que me han ofrecido una contrapartida económica o profesional. Los medios son plataformas desde donde mostrar tu trabajo y suelen tener un público especifico que sabe qué se encontrará cuando acuda a él. Creo que como lectores o espectadores tenemos que tener un ojo crítico y ser capaces de diferenciar lo que nos gusta, lo que creemos que es moderno, lo que nos parece feo, etc.

Como autores o profesionales es diferente, ya que nuestra vida personal depende de ello, así que, como decía antes hay que hacer un poco de todo. Dejando de lado aquellos afortunados que pueden elegir trabajar sólo en aquellos medios que les gustan, creo que la gran mayoría de los fotógrafos también tenemos que hacer trabajos para medios que no nos gustan demasiado. Lo que pasa es que eso no lo publicitamos, ni lo publicamos en nuestras webs o blogs. Como es normal, sólo mostramos aquello de lo que nos sentimos orgullosos o creemos que nos ayudará profesionalmente.

Tengo un amigo inglés que está bastante al día en cuanto a tendencias. Suele decirme que lo que vemos en la prensa española es una copia de lo que se hace fuera. ¿Tan poco originales somos?

Es cierto que llevábamos una cierta desventaja con respecto al resto de países europeos y Estados Unidos por cuestiones históricas y de desarrollo social y cultural que todo el mundo conoce. Pero creo que esta desventaja ya se corrigió en lo relativo al arte contemporáneo con la generación anterior a la mía. Autores como Daniel Canogar o Sergio Prego, por poner ejemplos de artistas de esa generación que admiro, son prueba de ello. Ambos exponen en países alrededor del mundo y no creo que nadie pueda decir que han copiado a algún otro autor extranjero. Creo que hace tiempo que nos quitamos ese sambenito.



¿Qué descubriste en Estados Unidos?

Durante el tiempo que viví en Nueva York aprendí muchas cosas tanto en lo personal como en lo profesional, tantas que se me hace muy difícil describirlas en una sola respuesta. Creo que todo el mundo debería intentar salir a vivir fuera un tiempo porque, además de ayudarte en tu carrera profesional, te ayuda a mirar a todo con una óptica diferente. Es una oportunidad que tenemos hoy que antes no tenía mucha gente y que creo que los de mi generación tenemos que aprovechar.

En mi caso en Nueva York, entre otras cosas, trabajé en el mundo de la fotografía de moda y conocí la mentalidad neoyorkina de trabajo y de vida. Por cuestiones de trabajo también tuve la suerte de viajar bastante fuera de la ciudad, cosa me permitió también vislumbrar a la sociedad americana, que como se puede suponer, es diferente a la de la cosmopolita Nueva York. Conocí a mucha gente de diferentes países, incluidos españoles, que han sido y son muy importantes para mí. Haber trabajado y peleado para conseguir tanto la beca, como el visado de trabajo que me permitió vivir y trabajar allí también me ha ayudado a darme cuenta de que si pones ganas, trabajo y constancia, puedes conseguir cosas. El haberme trasladado y conseguido vivir allí es una de las cosas de las que mas orgulloso estoy, y creo que estaré, en toda mi vida.

¿Qué tal tu experiencia con cámaras de plástico?

Me encantan, de hecho he de admitir que tengo una pequeña colección. Me gustan porque por un lado han relanzado de alguna manera la utilización de la película entre la gente y eso permite que los fabricantes pueden seguir produciéndola, que ha su vez quiere decir que yo podré seguir comprándola y utilizándola. También me gustan sus texturas, errores y colores saturados tan típicos de cámaras de otros años y lo incontrolable de esos resultados. Ahora que todo el mundo saca fotos con el móvil o la cámara digital y tiene el resultado controladísimo e inmediatamente en la pantalla, me parece muy interesante y divertido que la gente tenga acceso a cámaras baratas e impredecibles que mantengan a la película viva.

¿Tienes formación en fotografía clásica? ¿Con quién te quedas?

Cuando estudié fotografía en el IEFC de Barcelona no me dejaron sacar fotos en color hasta mediados del segundo curso. Sólo blanco y negro, y por supuesto con película, durante año y medio y estoy muy agradecido de haber entrado en la fotografía de ese modo. También he estudiado historia de la fotografía tanto en los diferentes centros educativos por los que he pasado como por mi propio interés. Y de hecho, entre las clases que imparto como profesor de fotografía, la de historia de la fotografía suele ser con la que más disfruto. Amigos fotógrafos que me conocen bien me han dicho mas de una vez que soy muy clásico en mis gustos...

Más que con autores me quedaría con aquellos que además de sacar fotos, ayudaron a hacer de la fotografía lo que es hoy dándole nuevos usos, ampliando sus horizontes o promocionándola en publicaciones, galerías y museos. Creo que Stieglitz y/o Szarkowzky serían buenos ejemplos.



¿Qué es lo que más te interesa de lo que se está haciendo ahora en fotografía?

Me interesa el gran cambio que está sucediendo en el panorama fotográfico en España, creo que hay muchos nuevos autores haciendo fotografía de forma diferente.

El número de fotógrafos apoyados por los medios e instituciones en España hasta hoy es pequeño y repetitivo. Y de ese pequeño número, la gran mayoría han sido documentalistas, ya que, sin lugar a dudas realizaban y realizan su trabajo con gran éxito. Y aunque siempre vamos a necesitar a esos autores que refuercen las cualidades documentales que ofrece la fotografía, también creo que ya es hora de que el medio evolucione de cara al gran público. Creo que es hora de que se amplíe la lista mas allá de aquellos pocos nombres que se llevan repitiendo y acaparando la atención mediática desde hace muchos años, ya que hay mucha más gente haciendo muy buenas y diferentes fotos.

Como decía, existe una gran cantera de nuevos fotógrafos, pero por ahora sólo la podemos encontrar en internet o en fanzines y autopublicaciones. Creo que todo el mundo estará de acuerdo con que el numero de blogs y webs sobre fotografía ha crecido muchísimo y eso ha creado una especie de circuito on-line muy rico. Ahora solo faltaría que esa explosión llegue también a los grandes medios y la sociedad valore la gran riqueza fotográfica que existe en el país.

El mundo en crisis, nos dicen. ¿La mirada está en crisis?

No. La mirada nunca estará en crisis, la mirada es la manera en la que analizamos la realidad y la fotografía la manera en la que le representamos, por lo que estoy seguro de que va a seguir existiendo y evolucionando con nosotros.

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