La sorpresa es una gran experiencia. Cada vez que consigues algo que tenga algún valor, es una sorpresa. La gran sorpresa en este momento es ver cómo mi obra se relaciona consigo misma y con el orden de mi vida. Continúo sorprendiéndome de vez en cuando. Encontrar tu camino es una búsqueda constante, una búsqueda eterna. Y no hay reglas, no es como el béisbol. La mayor parte del tiempo me dedico a buscar, a intentar dar forma a las ideas.
A lo único que aspiro es a que mi obra despierte un sentimiento positivo en general.
Realmente me gustaría hacer algo que permaneciera, no sé cuánto tiempo voy a tardar en lograrlo, pero sé que me encanta intentarlo. Al principio era algo que, simplemente, me gustaba y, además, me consideraba bueno: era muy ingenuo. Casi no puedo creerme que se valore mi trabajo".
Foto y texto Harry Callahan. Extraído de Siéntate y Observa
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