"Los hombres grises se parecen a los humanos, salvo que todo en ellos es de color ceniza. Llevan siempre maletín, bombín y traje color gris. En lugar de nombres comunes se identifican por números de serie como el agente n.º XYQ/384/b. Acostumbran a fumar un pequeño cigarrillo gris.
Parasitan a las personas robándoles el tiempo con el único objetivo de crecer. Su voz es difícil de escuchar porque esconde un profundo vacío. Sus víctimas son incapaces de recordarles. Los hombres grises trabajan para la Caja de Ahorros del Tiempo. Conocen a cada uno de los humanos y saben esperar el momento oportuno para robarles el tiempo. Les convencen para que lo ahorren pensando en un futuro mejor, aludiendo a la responsabilidad y a una presunta madurez y cordura que aboga por no desperdiciar el tiempo con tonterías. Pero el tiempo no puede guardarse. Los hombres grises se alimentan de ese tiempo muerto, gris".
Fuente: Bestiario. Sobre Los hombres de gris, de la novela Momo, de Michael Ende. Fotografía: EL PAIS.
Momo, la niña que empleaba su tiempo en escuchar a los demás.
ResponderEliminarMe gusta la entrada, Antonio.
DEMASIADOS HOMBRES GRISES Y DE GRIS EN ESTE PAÍS
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