miércoles, 24 de noviembre de 2010

Me jubilo el mes que viene



Entré en aquella casa antigua como hago casi todos los días. Aunque la empresa ya se ha digitalizado, todavía hay por allí enormes cajones de madera llenos de tipos móviles que alguien junta con paciencia para componer bloques de texto. Volví a comentar una vez más mi intención de hacer un reportaje. El impresor colocó media sonrisa en su boca, se dio media vuelta y soltó con alegría contenida: -Pues si no te das prisa ya no podrás hacerlo. Me jubilo el mes que viene.













9 comentarios:

  1. Genial Antonio, estupendo reportaje.
    pd: gracias J. Carlos, pero el reportaje no es mio sino de Antonio.un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Lo siento, me lio, ufffff, perdona Antonio, lo dije pensando en ti, pero puse Ángel, un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Nada, nada... quedó claro desde el principio. Gracias a todos.

    ResponderEliminar
  4. La imprenta, ese lugar mágico donde nos compliacan la vida a diseñadores y fotógrafos (lo digo sin acritud).
    Buen trabajo Antonio.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno, Paco. Curiosamente, la gente de la imprenta se me queja de lo "tiquismiquis" que son algunos fotógrafos y diseñadores con aquello de los colores. Que si demasiado magenta, que si esto está azulado, que si el rojo no es el mismo que en el original... Cada uno mirando lo suyo.

    Por otro lado es una pena que se pierdan los tipos móviles. Tiene mucho encanto eso de poder ver cómo se imprime el texto en el papel desde el inicio del proceso hasta el final. Todo es transparente: uno ve cómo se compone, cómo se mete en la máquina, cómo choca el papel contra el molde cargado de tinta, cómo se imprime y cómo viaja al montón de papeles impresos. Con el digital todo se hace más opaco. Uno diseña, y de ahí al papel sin poder disfrutar de los pasos intermedios. No es sentimentalismo barato. Lo que me da pena no es que las cosas se pierdan, sino que se olviden, que es distinto.

    ResponderEliminar
  6. Pensaba que la tipografía había desaparecido con la llegada del offset. Algo así como la fotografía analógica con el digital. Parece que todavía quedan románticos en ambos campos.

    Buen trabajo Antonio, aunque me he quedado con ganas de ver el proceso de impresión, el tirar y retirar.

    ResponderEliminar
  7. Esta imprenta trabaja en offset desde hace mucho tiempo pero todavía conserva los tipos e incluso hace muchas cosas con ellos hasta que, por desgracia, se jubile la única persona que los domina. Para mí es mágico. Además, entronca directamente con los orígenes de la imprenta, de hecho es el mismo proceso. Una de las conversaciones que tengo a menudo con el dueño es sobre la calidad de las máquinas que imprimen los tipos. Tienen más de cincuenta años y van como la seda. Todo mecánico, a base de bielas, engranajes, bisagras y movimiento constante. "Dime una impresora digital que dure todo este tiempo, que la puedas arreglar tú e incluso que tú mismo te puedas fabricar los repuestos". La verdad es que no le falta razón. La electrónica ofrece más ventajas, pero es más volátil, frágil y te obliga a estar gastando dinero constantemente en equipos nuevos. Al final siempre acabamos en lo mismo, en no dejar de gastar dinero...

    ResponderEliminar

Categories